La Soledad de Arcos marca el camino en una histórica extraordinaria
El camino de regreso. Como cuando las cofradías van de vuelta a sus templos. Con ese paladeo de cada instante por no saber si será la última vez, la última marcha, el último instante. Esa sensación combinada con la de un niño en la mañana de Reyes. Una mezcla difícilmente descriptible. Así se vivió ayer la tarde-noche en Arcos junto a la Virgen de la Soledad.
Una hermandad, la soleana, que culminaba con un broche espectacular un magnífico 450 aniversario que ha dejado momentos para todos y junto a todos. Desde el rosario de la aurora, pasando por el ciclo de conferencias o la carrera popular. Y todo culminando ayer en un palio de negras bambalinas saliendo por el dintel de San Pedro. Un palio portado por su cuadrilla de costaleros y a los sones de la banda de música del Maestro Dueñas del Puerto de Santa María. Una procesión como siempre. Un año y medio después.
Y es que en esa salida del negro palio de ocho varales de la Soledad de Arcos salía ayer todas las ganas de los cofrades de recobrar la ilusión por la vuelta a una normalidad que en otros sectores de la sociedad civil ya son algo habitual.
El recorrido se llenó de cofrades ávidos de cofradías. Desde las estrechas calles del casco histórico -en los momentos más cercanos a la salida y recogida- hasta las más anchas avenidas de mitad del recorrido. Un día para paladear, para disfrutar. Y todo comenzó cuando minutos antes de las siete de la tarde a los sones de ‘Los Generales’ los músicos portuenses entraban en pasacalles hasta la Iglesia de San Pedro. Momentos de mucha emoción y aplausos.
Y es que los aplausos se fueron sucediendo, incluso en los momentos menos esperados. Pero es que poder ver de nuevo un paso en la calle bien lo merecía. ‘La nueva valiente’ como alguno ayer calificó a la dolorosa arcense en referencia al apelativo de la sevillana Virgen de la Estrella.
Pero no solo fue una histórica procesión extraordinaria por lo que conllevaba con respecto a la pandemia. También lo fue por el buen hacer de los cofrades de la Soledad organizando su cortejo. Por las marchas interpretadas por Maestro Dueñas -vaya categoría de banda- y por una cuadrilla de costaleros que supo hacer de la dificultad virtud en esas angostas calles y empinadas cuestas.
Fue momento de conocer mejor Arcos y a la Soledad. Fue momento de recrear los olores, los sonidos, las vivencias. Todo eso que parecía adormecido, casi perdido, ayer volvió. Volvió la primavera en mitad del mes de septiembre. 11 de septiembre de 2021, el día que la Soledad de Arcos marcó el camino. El día del regreso.