Hermandad del Huerto

José Juan Díaz borda en el verde hortelano un pregón íntimo a Gracia y Esperanza



Los cultos a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada culminaron en la mañana de ayer, domingo 21 de diciembre, con la Solemne Función en honor de la Titular mariana de la cofradía del Huerto con motivo de la festividad de la Esperanza que esta corporación celebró con el tradicional besamano en el templo pastoreño.

La Función que estuvo oficiada por fray Francesc Xavier Catalá Sellés, o.p., fraile dominico del Real Convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera marcó en su homilía el gran punto de atención de la celebración eucarística tocando temas de mucha actualidad. La celebración eucarística estuvo acompañada por las voces de la Coral Logar de la Puente.

Tras la eucaristía tuvo lugar en el mismo templo pastoreño el XXXIX Pregón a María Santísima de Gracia y Esperanza que este año pronunció el miembro de la junta de gobierno de esta cofradía del Martes Santo y colaborador de ISLAPASIÓN, José Juan Díaz Rodríguez.

El pregón dio comienzo con la presentación del exaltador a cargo del Hermano Mayor de la Oración en el Huerto, José Antonio Gómez Alanís, quien mostró el “orgullo de tenerte como pregonero” así como quiso hacer referencia al momento de su designación en el seno de una junta de gobierno de esta cofradía.

Antes de tomar el atril el pregonero se acercó a las plantas de Gracia y Esperanza para, también antes de recoger las pastas que guardaban los folios pregoneros, prender de su rostrillo un exvoto con forma de corazón de plata en clara alusión a un miembro de su junta de gobierno y primo del pregonero, Jaime Rodríguez Quijano, ausente en la jornada del pregón por estar convaleciente de una intervención.

Quiso el pregonero comenzar su meditación con versos en los que convencido aseguraba ser su pregón “un rezo por la vida, la esperanza y el amor”. 

Tras el apartado de agradecimientos el pregonero retomó sus inicios en la cofradía y quiso expresar que en este día se cumplía una ilusión que ha llevado durante todos los años en los que lleva perteneciendo a la nómina de esta cofradía que sentenció diciendo: “En definitiva, hoy se cumple el sueño de un cofrade del Huerto pero sobre todo de un Hermano del Huerto, de alguien que no se acuerda solo de ti en Cuaresma sino los trescientos sesenta y cinco días del año”.

Díaz Rodríguez, Doctor en Arqueología, quiso hablar del sentido de hermandad dentro de la Iglesia y por ello en su texto quiso recalcar que:

“¡Qué equivocados estaremos si se habla de bandos en una hermandad!, ¡Qué equivocados estaremos si hablamos de victorias o derrotas en cabildos!, ¡Qué equivocados estaremos si profesamos públicamente el amor hacia ti, pero no somos capaces de saludar a un miembro de esta cofradía por rencillas mundanas!, ¡Qué ejemplo estaremos dando al mundo que nos mira fuera de este recinto con recelo, si ven en nosotros actitudes hostiles y fratricidas!” ante lo cual pidió perdón por si en algo había fallado de lo antes descrito.

Tras esta parte el pregonero ahondó en un lema “Soy del Huerto” el mismo que se borda en las pulseras que los jóvenes de esta corporación editaron hace un par de años. Este lema sirvió al pregonero para definir el significado de pertenecer a esta cofradía y casi un Credo de la forma de vivir y sentir en el verde y blanco del Huerto.

Un repaso ineludible por la Coronación Canónica de la primera dolorosa coronada de la Diócesis en 2006 dio paso a una vuelta a los orígenes de esta dolorosa que remató volviendo a la misma dedicatoria del inicio de su intervención en los versos:

Corazón en exvoto
que hoy te he impuesto
 sobre tu tocado más excelso
para que seas tú
la que intervengas Madre Mía
con tu Gracia y tu luz
Dale vida, larga vida Madre
vida, esperanza y calidad
que la vida siga y en nuestra casa
por fin reine la normalidad
que los latidos retumben cada mañana
para darte gracias a ti madre Coronada
que nuestras oraciones se cumplan
y por fin la enfermedad sea sanada
Hoy tus hijos te vuelven a implorar
larga vida en este mundo terrenal
Hoy tus hijos te vuelven a implorar
que ese corazón rebose juventud y vitalidad.
Sin duda fue este el momento más emotivo que hizo sonar el aplauso más prolongado de este mediodía en el templo de la Pastora y que incluso llegó a emocionar al pregonero y algunos de los asistentes.

En el apartado final el pregonero quiso mirar hacia el futuro y fue el momento en el que mostró un obsequio a la Virgen mientras afirmaba “la ilusión que siempre he tenido por verte como tus primeros devotos te vieron con una diadema pequeña, plateada y recogida que mantenga tu divinidad pero realce tu cara que sirva para encumbrarte pero mantenga tu carácter regio”.

Las felicitaciones, fotos junto a la Virgen y la entrega de un pequeño recuerdo al pregonero pusieron fin al último de los días de culto a la Virgen de Gracia y Esperanza en el último domingo de Adviento. (ISLAPASIÓN).