El Señor de las Tres Caídas de Triana fue trasladado a Santa Ana en la noche de ayer
El Cristo de las Tres Caídas recorrió las calles de Triana en Vía Crucis para acabar en la parroquia de Santa Ana. Y lo hizo acompañado de miles de devotos. Las puertas de la capilla de los Marineros, en el corazón de la calle Pureza, estaban abiertas desde antes de la salida. La Esperanza de Triana brillaba en el altar mayor y a su derecha la talla atribuida a Marcos Cabrera aguardaba a que fueran las 20:00 para salir.
A esa hora la cruz parroquial comenzó a avanzar. Tras ella, decenas de cirios y varios ciriales. El Cristo, en andas, acaparó la atención de los muchos móviles y cámaras que funcionaban frenéticamente. La noche en Triana estaba iluminada por los flashes. La primera estación del Vía-Crucis, colocada nada más salir de la capilla, fue el primero de los puntos clave del recorrido, que volvió a terminar en la Plazuela de Santa Ana a las 21:30 tras pasar por calles cercanas como Rocío, Flota o Pelay Correa. (ISLAPASIÓN).